Este domingo 07/04/2013 tuvo lugar la sexta ruta del Grupo de Senderismo Claret, recorriendo una variante del tradicional Camino de la Rama, desde Tamadaba hasta San Pedro, en el Valle de Agaete.
Como es habitual nos reunimos en el aparcamiento de la sección de Tamaraceite a partir de las 08:30h, partiendo los 26 participantes (¿o eran 27 Luis?...) en la guagua sobre las 09:05h. Llegamos a la Degollada del Humo, al pie del Pico de la Bandera en Tamadaba, sobre las 10:30h, con un día más que fresco (6ºC) y metidos de lleno en la nube.
Iniciamos el camino sobre las 10:50h con el suave ascenso al Pico de la Bandera, desde donde descendimos a la Casa Forestal de Tamadaba. En este punto realizamos la primera parada de avituallamiento del día, disfrutando de un rápido tentempie.
Continuamos por el camino del Risco Faneque para, poco después de pasar junto a la Cueva del Zapatero, tomar el sendero que conduce a la zona del Campamento. Justo debajo de la valla que delimita el campamento, cogimos el camino de la acequia que lleva al Cortijo de Samsó, iniciando así el que quizás sea el tramo más espectacular de esta zona de Tamadaba. En este tramo pudismo empezar a disfrutar de la incomparable atalaya natural que es el Macizo de Tamadaba, ya que se empezaron a levantar las nubes que nos habían estado acompañando muy intimamente desde el inicio de la ruta.
Llegados al Cortijo de Samsó pudimos disfrutar de este singular enclave de nuestra isla, mezcla de paraje natural, explotación agrícola y aprovechamiento hidraúlico, y, tras atravesarlo, llegamos al Lomo del Laurelillo. En este lomo, donde realizamos la segunda parada grande del día para almorzar, abandonamos definitivamente el Macizo de Tamadaba y entramos al Valle de Agaete.
Con el alma y el cuerpo repuestos tras el almuerzo, retomamos el camino con el rápido y empinado descenso hacia el valle por sendero empedrado. Tras varias vueltas y revueltas, disfrutando de una perspectiva única de todo el noroeste insular, y tras cruzar el barranco de María, alcanzamos la famosa Era de Berbique, desde donde continuamos descendiendo, entre picones, cabras y andenes imposibles, y cada vez más despacio pues el descenso ya pasaba factura, hasta alcanzar nuestro destino final en San Pedro tras casi 11km y 6 horas de camino.Puedes ver la memoria gráfica de la ruta en este ENLACE.
Camino ritual por el que, cada año y desde tiempos inmemoriales, discurre el alma de la isla.
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